12 de febrero de 2013

Ley de Vida.



Ahora, si, el día aquel que nos conocimos, mi vida era una constante revolución de cambios, y sentimientos encontrados, trato de vivir día a día, como si fuese el último de mi vida. Pensando en eso no pude evitar que una lagrima furtiva, se escurriera por mi rostro, ya ves siempre termino llorando .Suspire, tratando de reponer el aire que faltaba en mi garganta hecha un nudo.
Sube alto, muy alto. Sin pensar en la caída. Sube hasta las nubes, diviértete. Observa como cada casa se va convirtiendo cada vez más pequeña hasta parecer una hormiga. Juega con las nubes, como si fueran de algodón. Pero te das cuenta en un momento que no puedes subir más, pero te tienden una mano, y él te ayuda a subir más alto. Sigue subiendo hasta el cielo y alcanza las estrellas. Disfruta e intenta subir más, lo más que puedas. Recoge todas las estrellas que puedas, como si fueran flores, y guárdalas. Vuela y sonríe, presumiendo de hasta dónde has podido subir, y sube más y más. Todo lo que puedas. Todo lo que te permita el. Sigue recogiendo estrellas y guárdalas en un bote. Tú sigues subiendo hasta que todo termina. Se ve todo negro, el universo. No se ve nada, solo las estrellas de tu bote y a él. A él le ves perfectamente, ves su sonrisa y sus ojos brillantes de emoción. Pero de repente desaparece, y tú sientes que empiezas a caer. Y cada vez caes más deprisa, y ya puedes ver todo de nuevo, pero bajas demasiado rápido, sientes esa sensación en el estómago como cuando un avión despega. Miles de recuerdos aparecen. Sigues cayendo hasta que ves que pierdes demasiada altura, que ya has pasado por las nubes y estas apunto de golpearte contra el suelo. Y te golpeas. Lo has perdido todo. A él. A la altura. Pero espera, te queda todavía ese bote de estrellas que guardabas en el bolsillo. Lo vas a coger, pero con la caída, el bote se ha roto y las estrellas ya no están ahí. Ya no tienes nada. La caída ha sido muy dolorosa, pero solo queda esperar a otra mano que te ayude a levantarte y te vuelva a ayudar a subir. Pero a ti, después de lo que ha pasado, te da miedo subir. Después- Piensas que ha merecido la pena, los recuerdos nadie te los quita-. Y podrás volver a subir miles de veces más, cada vez con un bote más resistente, para que cuando caigas de nuevo, las estrellas no se escapen. Probarás hasta que consigas un bote irrompible, un bote seguro y estable, en el que las estrellas se queden para siempre, iluminando la magia que sientes, recordando la inocencia y la ilusión de tu primera subida, la situación en la que estabas. Y cuando encuentre ese bote, nunca más caeré, nunca más me daré un golpe fuerte contra el suelo. Simplemente me quedaré en el universo, con las dos únicas cosas que necesito. 
Ahora mismo, te abrazaría con todas mis fuerzas y no te soltaría más, hasta que repongas las tuyas, y me regales a cambio una sonrisa.

2 comentarios:

  1. ¿puedo pasar? creo en tus palabras, como caídas del cielo si, ¿por qué no?, pero también creo desde aquí abajo, que lo del bote es una excusa tatuada con mina de lápiz, perdón por mi atrevimiento, pero quiero decir: necesitas alguien que suba contigo, que decida romper todas esas capas de altura, una a una, y primero, jugándosela por ti y abriendo puertas oscuras para iluminártelas, que consiga que no tengas miedo y que no te imagines el golpe ni la cantidad de congelados que tendrás que usar tras el, porque eso es lo importante, no el hinchazón si no hablamos del corazón.
    Sube que los que quedamos abajo siempre lo envidiaremos.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, tus palabras me han trasmitido. Me gusta lo que has escrito. La próxima vez prefiero que no sea en anónimo. Gracias y nada de cobardías. NO me como a nadie!

    ResponderEliminar

Mi lista de blogs

"Kantamelade pasión que estuve bailando ayer debajo del edredón..."

"Ahí estás tu y yo contigo adentro, cuando más dura es la pena más cargado viene el RON"