Hay veces que lo único que
podemos hacer es obligarnos a no seguir creyendo en esas cosas que nos hacen
felices. Los factores que producen la felicidad pueden llegar a crear
dependencia, y a veces más fuerte que la mismísima heroína. Así que una de dos:
Pasas el mono, o sigues enganchada rogando cada día a ese “factor” que nunca se
vaya de tú lado. Porque en el momento que desaparezca, estás perdida. Pero lo
peor viene cuando ese factor ni siquiera está a tu lado cuando hay una inmensa
barrera que os separa… igual que no tener dinero para chutes… ¿Desesperación?
Nunca tires la toalla…
http://www.youtube.com/watch?v=asaUiTRuBdA
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