Cuando era pequeña mi vocabulario
constaba de muy pocas palabras. La mayoría las repetía constantemente. Hoy puedo
decir que ha evolucionado. Pero siento que para mal. Muchas veces nos dicen que
los que están a nuestro alrededor hacen todo lo posible para que estemos bien. Que
todo lo que hacen es para agradarnos. Para hacernos felices. Pero las dudas
recorren mi cabeza. Siento que las dos personas que más quiero en mi vida no
buscan el mismo objetivo para mí que el que busco yo. Hay días, como hoy, que
el mundo se me desploma. Que lo único que quiero es estar sola, meterme en mi
propia cabeza. Pensar. Pero ¿Qué pasa si siento algo dentro de mí que no soy
capaz de demostrar? ¿si quiero algo de verdad pero no puedo hacerlo? ¿si hay
barreras que no dejan volar mis alas, que no me dejan ser quien realmente
quiero ser? Hoy he descubierto mi verdadera situación. Hoy me he dado cuenta de
lo malo que son los proverbios antiguos. Esos de los que he hablado antes. Hoy
me he dado cuenta que no puedo ser quien quiero ser. Siempre he sentido temor,
una palabra que desde hace cuatro o cinco años introduje en mi diccionario y
nunca más desde entonces la he sacado de él. Una palabra que me hacía eco de
todos mis pensamientos y de todas mis acciones. Siempre he predicado con la
felicidad. Siempre he dicho que quiero ser feliz, he incluso e animado a la
gente a que lo sea. Creo que eso es por la carencia de algo en mi propia vida. Ya
que no puedo hacerlo por mi, lo hago por los demás. Creo que he llegado a un
punto de mi vida, nuevo para mí, pero lo peor de todo, un punto que es
frustrante. Todo lo que hago pienso que lo hago mal, y lo poco que quiero
conseguir no lo puedo obtener por que me lo impiden unas fuerzas ajenas a mi
persona. Creo que no debéis nunca sentir temor ni frustración. Creo que si
queréis algo tenéis que intentarlo. No hagáis lo mismo que yo. Enfrentaros a
vuestro problema, a vuestra barrera y veréis como si que encontráis solución. Mientras
tanto yo, miraré los toros desde la barrera. Es lo que me ha tocado vivir, y me
guste o no, creo que me toco este lugar por algo. Nunca sabemos el por que
formamos parte de esto en el momento que empezamos a formar parte. Y nunca
sabremos por que nos ha tocado vivir esta vida, en unas circunstancias tan
distintas para cada uno.
Que nadie os corte las alas.
Que nadie os quite la sonrisa de la cara,
Y lo más importante, que nadie os impida ser lo que realmente soñáis.
Dicen que escribimos lo que
sentimos en este momento. Solo puedo decir, que aunque esté baja de defensas no
he podido resistirme a levantarme de la cama a sacar fuerzas de donde he podido
para explicar como hoy día 13 de noviembre del 2012 se encuentra mi persona. Ahora
mismo, creo y pienso que soy una mierda para mí misma. Y siento desilusionarme
pero si ni siquiera te importas a ti misma, estás demasiado perdida…
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